Adaptación visual de la película de Javier Mariscal y Fernando Trueba, este cómic exigía una dirección de diseño que respetara la identidad artística del filme y la trasladara con precisión al formato impreso.

Desde una posición de liderazgo, gestioné cada fase del proceso, coordinando la maquetación, el diseño editorial y la integración de ilustraciones con la narrativa gráfica. Mi labor consistió en optimizar el flujo de trabajo del equipo de diseño, tomar decisiones clave sobre composición y ritmo visual, y garantizar la coherencia estética con el universo de la película.

El reto principal fue transformar la atmósfera cinematográfica en un lenguaje gráfico dinámico y fluido, asegurando que cada página mantuviera el impacto visual y narrativo de la historia original. El resultado es una obra que no solo complementa la película, sino que cobra vida propia en el medio impreso.

El éxito del proyecto ha llevado a la impresión de una segunda edición y a su adaptación a los mercados internacional con versiones en inglés y francés.